Dolor Miofascial

¿Qué significa dolor miofascial?

El dolor miofascial es un trastorno de dolor regional caracterizado por músculos hipersensibles, localizados más frecuentemente en cuello, hombros y espalda. El dolor generalmente se asocia con
puntos gatillo en los músculos. Estos puntos irradian dolor al área afectada cuando se les aplica presión, y a veces espontáneamente sin presión. Es muy común y puede provocar una discapacidad
significativa.

¿Cuál es la causa de dolor miofascial?

A menudo se asocia con ansiedad, mala postura, lesiones por esfuerzo repetitivo, privación del sueño y lesiones traumáticas. Los músculos duelen porque están constantemente activos sin descanso. A medida que esto continúa, los músculos se tensan y se ponen rígidos, lo que empeora el dolor. Si este ciclo no se rompe, el dolor continúa empeorando hasta que las actividades normales sean extremadamente difíciles.

Tras un proceso lesivo (trauma, inflamación, isquemia, etc.), se produce una respuesta inflamatoria que provoca la liberación de neuropéptidos y la aparición de células inflamatorias. Los neuropéptidos excitan las fibras nerviosas sensitivas y simpáticas y se producen mediadores químicos neurovasoactivos que actúan provocando fenómenos isquémicos y sensibilizando a los nociceptores. Este fenómeno es conocido con el nombre de sensibilización periférica y provoca el espasmo muscular.

¿Cuáles son los síntomas del dolor miofascial?

  • Inicio repentino.
  • Dolor en un patrón distribuido.
  • Disminución del rango de movimiento articular con mayor sensibilidad al estiramiento.
  • Debilidad muscular debido al dolor sin atrofia muscular.
  • Palpación del sitio doloroso que resulta en una reproducción del dolor característico.
  • Una banda muscular palpable con una respuesta de contracción local.

¿Cómo se diagnostica el dolor miofascial?

Primeramente, se realizará una completa historia clínica. Mediante un minucioso examen físico se evaluará la localización de los puntos gatillo y la respuesta local de la banda muscular tensa. Estos músculos pueden mostrar patrones alterados por incremento de fatiga de la fibra muscular, rigidez, debilidad subjetiva, dolor al movimiento y ligera disminución del rango de movilidad. Además, generan dolor cuando se someten a estiramientos, obligando al paciente a adoptar posturas que eviten tales maniobras y a mantener contracciones musculares que condicionan mayor restricción del movimiento.

La RX y RMN no aportan datos significativos. La ecografía revela áreas espasmódicas al estimular el punto gatillo. El electromiograma (EMG) pone de manifiesto el incremento de la actividad eléctrica espontánea en los puntos gatillo (trigger points). Generalmente, no hay déficits neurológicos ni alteraciones en las pruebas de laboratorio, hematológicas, bioquímicas o urinarias, salvo que existan enfermedades concomitantes como alteraciones nutricionales o metabólicas.

¿Cuál es el tratamiento del dolor miofascial?

El síndrome de dolor miofascial a menudo se ha tratado con fisioterapia centrada en el masaje, el estiramiento y fortalecimiento progresivos. El uso de medicamentos simples como antiinflamatorios no esteroideos son limitados y desaconsejados por sus efectos adversos. Durante años se indicó la aplicación de calor y cremas antiinflamatorias locales, lamentablemente la capacidad de penetración de estas es muy limitada, logrando poco alivio.

TMR Buenos Aires cuenta las terapias regenerativas que han demostrado la mayor efectividad en el menor tiempo. Sin dolor y evitando medicamentos vía oral. Dentro de ellas, las Inyecciones perineurales subcutáneas (IPS) en puntos gatillo son muy útiles para el alivio inmediato del dolor y la tensión muscular. Además, la aplicación de Plasma rico en plaquetas (PRP) se utiliza para regenerar tejido con alivio del dolor y los síntomas a largo plazo.