Artrosis de Tobillo
¿Qué significa artrosis de tobillo?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por el deterioro del cartílago articular y que puede afectar a cualquier articulación del organismo. El cartílago es un tejido especializado que se encuentra en las articulaciones y recubre la zona donde conectan los huesos, de manera que permite el deslizamiento de estos con una mínima fricción entre ellos. En el caso del tobillo se denomina articulación tibioastragalina.
¿Cuál es la causa de artrosis de tobillo?
Cualquier suceso que lesione el cartílago puede ocasionar una lesión en la articulación o una artrosis. Con el tiempo, una pequeña herida en el cartílago se puede hacer mayor y producirse una pérdida de gran cantidad de cartílago o incluso una enfermedad degenerativa de la articulación. Eventos como lesiones traumatológicas, infecciones, inflamaciones, osteonecrosis (hueso muerto) o inestabilidades pueden hacer que el cartílago se deteriore.
¿Cuáles son los síntomas de artrosis de tobillo?
- Dolor articular.
- Inflamación articular.
- Rigidez, generalmente después de realizar una actividad.
¿Cómo se diagnostica la artrosis de tobillo?
En TMR Buenos Aires nuestros especialistas le preguntará acerca de las zonas específicas donde presenta dolor, duración, frecuencia, características de dichas molestias. Además, será realizado un completo examen físico, incluyendo todas las maniobras semiológicas específicas. Se solicitarán radiografías para evaluar el estado óseo y RMN para valorar el estado del cartílago articular.
¿Cuál es el tratamiento de artrosis de tobillo?
La artrosis no tiene cura, pero existen terapias que pueden aliviar los síntomas y retrasar la degeneración:
- Actividad física adecuada.
- Control de peso.
- Terapia farmacológica.
- Terapia biológica con Factores de crecimiento o Plasma rico en plaquetas (PRP).
Estos tratamientos conservadores pueden retrasar las intervenciones quirúrgicas. En los últimos diez años se ha demostrado que la artrosis de tobillo puede estabilizarse y mejorar clínicamente mediante terapia biológica a través de infiltraciones con Factores de crecimiento o Plasma rico en plaquetas (PRP).