Tendinitis del Tendón de Aquiles

¿Qué significa tendinitis del tendón de Aquiles?

La tendinitis del tendón de Aquiles es una afección muy común que causa dolor detrás del tobillo. El tendón de Aquiles es el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón y nos permite correr y saltar. Es el tendón más grande del cuerpo, y a menudo tiene que soportar cargas de hasta varias veces el peso corporal. A menudo afecta a adultos jóvenes que son muy activos, pero puede afectar a personas mayores que aumentan repentinamente su actividad.

¿Cuál es la causa de la tendinitis del tendón de Aquiles?

En general, la causa es la sobrecarga repetitiva (ejercicios en exceso) del tendón de Aquiles que se desarrollan durante un período de tiempo, causando degeneración e inflamación del tendón. Como cualquier lesión, el dolor se asocia con un aumento del flujo sanguíneo al área que acompaña a los mediadores inflamatorios. Por lo general, se debe a una mayor actividad sin una flexibilidad muscular adecuada de la pantorrilla (sin acondicionar adecuadamente los gemelos) o un tiempo de recuperación inadecuado (poco descanso entre ejercicios).

¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis del tendón de Aquiles?

  • Dolor en el área correspondiente al tendón de Aquiles.
  • Hinchazón y / o engrosamiento del tendón de Aquiles.
  • Dolor que empeora con la actividad o al día siguiente.
  • El dolor mejora con el descanso.

Otras enfermedades que pueden imitar la tendinitis de Aquiles incluyen:

  • Fractura.
  • Espolón óseo.
  • Contractura muscular.

¿Cuál es el tratamiento de la tendinitis del tendón de Aquiles?

  • El primer paso en el tratamiento es la modificación de la actividad.
  • Es importante disminuir los entrenamientos y la velocidad al caminar para aminorar el estrés en el tendón de Aquiles.
  • Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden ser útiles para disminuir el dolor asociado con la inflamación, aunque no deben tomarse durante más de una semana, dado que bloquean el flujo de células reparadoras y limitan su trabajo.
  • Es importante elaborar un ajustado plan de entrenamiento kinesiológico.
  • En situaciones de intenso dolor e inflamación es adecuado el uso transitorio (solo algunos días) de muletas para impedir el apoyo plantar y bota walker para limitar movimientos de flexión y extensión del tobillo.
  • Las técnicas regenerativas como Inyecciones perineurales subcutáneas (IPS) o Neuroproloterapia y la aplicación de Factores de crecimiento o Plasma rico en plaquetas (PRP) son altamente efectivas y demostraron gran capacidad de cicatrización de tejidos con alivio rápido y duradero del dolor.