Las lesiones del manguito rotador no siempre requieren tratamiento quirúrgico. Varios factores, incluido el nivel de actividad física del paciente, el tipo de lesión y el tamaño del desgarro, influyen en el éxito de las opciones no quirúrgicas. El tratamiento no quirúrgico a menudo implica reposo, utilización de hielo, fisioterapia y el uso de medicamentos. Antiguamente, se realizaban inyecciones de cortisona para aliviar el dolor, pero se demostró que los corticoides dañan aún más al tendón. Actualmente, son usadas las técnicas modernas de aplicación de factores de crecimiento o Plasma rico en plaquetas que demostraron su capacidad regenerativa y un efectivo alivio del dolor sin los efectos perjudiciales de la cortisona en el deterioro de tendones y cartílago.

Si las opciones de tratamiento no quirúrgico no disminuyen efectivamente los síntomas, hay opciones quirúrgicas disponibles para reparar la rotura. Los beneficios y resultados probables de estos procedimientos serán explicados en profundidad. La reparación artroscópica del manguito rotador es un procedimiento quirúrgico de uso común y es mínimamente invasivo. Esta cirugía implica la reparación con la ayuda de una pequeña cámara. La cámara se inserta a través de pequeñas incisiones en el hombro y permite visualizar el área dañada en una gran pantalla de televisión. Esta vista más amplia permite insertar varios instrumentos pequeños en la articulación del hombro y reparar la lesión. La cirugía artroscópica es ventajosa debido a la reducción del dolor y al regreso más rápido a los deportes y la actividad después de la cirugía.